5 de abril de 2011

El jugador de ajedrez (Stefan Zweig)


Género: Novela corta
Págs.:    58 (Obras completas, Ediorial Juventud)
Año:      1941
Título original:  Schachnovelle
Traducción: Manuel Lobo
Elegido por:   Autor

Valoración:   Muy bueno



De cómo Stefan Zweig se “coló” entre Lorenzo Silva y Santiago Posteguillo en este espacio sobre libros leídos.
Suelo leer dos libros a la vez, alternando párrafos de uno y otro, lo cual es perfectamente posible y ayuda a matizar un poco si una de las obras que estás leyendo es algo larga o densa.

Iba avanzando sin prisa y sin pausa en las dos novelas de turno (La estrategia del agua, de Lorenzo Silva, y Africanos, el hijo del Cónsul, de Santiago Posteguillo), hasta que el sábado, en una visita a un familiar, encontré en una estantería un grueso tomo de más de 1.000 páginas de las obras completas del escritor austríaco Stefan Zweig. Era el Tomo I. Los bordes de las tapas estaban gastados, pero por lo demás, en perfecto estado de conservación, teniendo en cuenta que era una edición de 1959, hace 52 años!

“Lo pagué 3 euros en un mercadillo”, me dijo el dueño de casa.

Soy aficionado a visitar ese tipo de sitios y hurgar entre libros y revistas en busca de “tesoros” como éste que había descubierto en una estantería, y que ahora convivía con cientos de volúmenes que por supuesto jamás serán leídos en su totalidad, no por falta de interés sino de tiempo. Pero igualmente es agradable sentirse rodeado de libros. Es como tener el conocimiento al alcance de la mano.

Volviendo a Zweig, que según he leído es el mejor escritor de biografías de personajes históricos, comencé a hojear los títulos contenidos en este primer volumen de sus novelas. Me detuve en uno que me llamó la atención: El jugador de ajedrez. Ver ese título y decidir llevarme el libro a mi casa, fue instantáneo.

Como expresé ya en notas contenidas en este blog, soy un apasionado de este llamado juego ciencia, a pesar de que hace varios años que no lo practico. De la misma manera que algunas personas no pueden abandonar la lectura de una novela de misterio, yo no podía dejar de llegar a la definición de alguna partida memorable que reproducía en mi tablero.

Desde la infancia siento pasión por el ajedrez y nunca entendí por qué no es materia obligatoria en los colegios. Ventajas? Memoria, análisis, razonamiento, táctica, estrategia, agilidad mental, retentiva, control, paciencia y tal vez algunos etcétera más. Es como un programador informático que crea un diagrama de flujo. Con la diferencia de que éste lo hace sobre un papel o sobre una pantalla de ordenador, mientras que el ajedrecista lo realiza mentalmente.

Volviendo otra vez a Zweig, tenía en mis manos los elementos para pasármelo muy bien: Stefan Zweig, el ajedrez y una novela corta, así que esa misma noche comencé su lectura. Claro, no pude dejarla hasta final. En mi modesto bagaje intelectual, la califico como una obra maestra, sencillamente magistral.

Son apenas 94 páginas y es muy sencillo explicar el argumento. En un transatlántico que va de Nueva York a Buenos Aires, uno de los pasajeros, estudioso de la naturaleza humana, descubre a alguien que le llama la atención; se trata del campeón mundial de ajedrez, Mirko Czentovic, muy introvertido, poco comunicativo, despectivo y cuya vida se limita solo al ajedrez.

El pasajero busca entablar relación con Czentovic y lo hace con el cebo lógico: una partida de ajedrez entre el campeón y un grupo de aficionados. En plena disputa, aparece en escena otro personaje, identificado como señor B, que se perfila como rival de fuste para Czentovic.

La historia personal que el señor B le cuenta a nuestro pasajero es escalofriante, y el lector no puede abandonar la lectura, que transmite mucha emoción con una sencillez narrativa que solo los grandes escritores pueden aportar.
*

El autor 

Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942). Novelista, ensayista y biógrafo. La delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo hacen que como escritor roce la perfección.Zweig era hijo de una familia judía acomodada: su padre, Moritz Zweig, fue un acaudalado fabricante textil; y su madre, Ida Brettauer Zweig, hija de una familia de banqueros italianos. Estudió en la Universidad de Viena en la que obtuvo el título de doctor en filosofía. También realizó cursos sobre historia de la literatura, que le permitieron codearse con la vanguardia cultural vienesa de la época.

En 1910, visitó La India y en 1912, Norteamérica. En 1913 se estableció en Salzburgo, donde habrá de vivir durante casi veinte años. Durante la Primera Guerra Mundial, y luego de haber servido en el ejército austríaco por algún tiempo (como empleado de la Oficina de Guerra, pues había sido declarado como no apto para el combate) se exilió a Zúrich gracias a sus convicciones antibelicistas influenciadas por Romain Rolland, entre otros.

La solvencia económica de su familia le permitió su gran pasión: viajar; así adquirió la gran conciencia de tolerancia que ha quedado plasmada en sus obras, las primeras en protestar en contra de la intervención de Alemania en la guerra.Como intelectual comprometido, Zweig se enfrentó con vehemencia contra las doctrinas nacionalistas y el espíritu revanchista de la época. De todo eso escribió en una larga serie de novelas y dramas, en lo que fue el período más productivo de su vida. El relato históricoMomentos estelares de la humanidad, que publicó en 1927 se mantiene entre sus libros más exitosos.

Radicado en Petrópolis, Brasil, desesperados ante el futuro de Europa y su cultura pues creía en verdad que el nazismo se extendería a todo el planeta, se suicidó junto con su segunda esposa.
*

1 comentario:

Rene Nicolas dijo...

Gracias por la sencillez y claridad con la que describe el contenido, intenté crear el enlace con un artículo que me llevo a su blog, pero por alguna razón lejos de mi alcance, no se completó el proceso, sin embargo le dejo en esta sección en enlace (link) http://blogs.publico.es/davidtorres/2014/08/18/ajedrez-mortal/.
Saludos.